martes, 1 de diciembre de 2009

La importancia de llamarse Ernesto

A proposito de Gabiota que, gracias, -me hizo una visita al blog-, pude acceder al suyo y maravillarme con su historia de adopción. Me conmovió profundamente, y me sorprendió porque no?, la transcripción que hizo de la carta que escribió su hija de 9 años a requerimiento de su maestra, hablando de su familia.
Como puede una personita de esa edad poseer una síntesis tan acabada de lo que es una amalgama familiar? Intuír tan lisa y llanamente esa reunión de voluntades y energías puestas bajo un mismo techo, por designio de los hombres y mujeres que tuercen realidades, favorecen desiciones y hacen que converjan en un solo destino?. Es fantastica su aceptación práctica, desprovista de teoría, de la fuerza afectiva que la une a los suyos!
(Por cierto a muchos mayores nos llevaría horas de disertación y de terapia.)
De allí y de otras historias, que tienen a amigos y conocidos por protagonistas. De gente corajuda y de gente redimida, -que puestas a construir su propio destino, tejen su tapiz familiar de malla gruesa a fuerza de elecciones, de afectos arrimados, de pactos y sangre nueva-, surge este interrogante: Es menos importante el legado de hoja en blanco, de modelo para armar, al de raices largas que nos conectan troncalmente a nuestra historia familiar?
No es facil desde ya asociar la palabra legado, -mas ligada a la tradición de cosas viejas-, con algo nuevo, inacabado, que se acomoda de conformidad a las circunstancias y que permite revisión.
Nunca me fue expresado con palabras, pero siempre se me dejó intuir que, -aunque no vital-, sí era importante mantener vigente nuestra memoria familiar.
Atravez de historias de nuestros abuelos, presentes en fotos y objetos de nuestra casa, se explica de donde vinieron y quienes fueron. Historias que por cierto, muchas veces parecian justificar por si mismas, algo de la idiosicrancia familiar presente en las actuales generaciones.
Es una forma simple y segura de definirnos. Mi calidad de eslabón de una cadena generacional, me imprime una identidad que me delimita dentro y fuera de mi entorno.
La historia de los objetos que estuvieron presente hasta donde recuerdo, así lo indican.
La casa de los abuelos, donde vivieron desde siempre y que no sale de sus patrimonios sino por muerte de éstos, se transmite junto con todo lo material e inmaterial a las generaciones posteriores, que lo dividen según sus intereses y afinidades. Heredamos muebles, inmuebles, cara, naríz, carácter, negocio, profesión, clientela, aversiones.
Hoy tengo la sensación de haber producido un quiebre en esa linea. Quizás sea solo una sensación, la misma que pudieron haber sentido mis padres o los suyos.
Ya no vivo en la ciudad que me vio crecer. Las viejas casas familiares se vendieron para tapar fisuras que la economía rasgó. No vivo cerca de la familia que me dió origen, veo poco a mis primos y casi no conozco a sus hijos. (Mantengo sí un vínculo estrecho con mi padre y única hermana).
Librada a una existencia mas independiente, paso mas tiempo con amigos, compañeros de trabajo y afines de la vida.
Me siento a gusto entre gente que me produce la misma sensación, de pioneros de generación. De aventurados en otros cursos, de emprendedores de giros.
Por propia decisión ó mayormente movidos por las circunstancias, hemos migrado, cambiado de escenario y actores. Cambiamos de trabajo, abandonamos viejos hábitos y adquirimos nuevos. Hicimos nuevos amigos, nuevas relaciones, y hasta forzamos algunos vínculos.
Vistos ante situaciones novedosas, nuevas armas nos echamos al hombro para transitar senderos, que ni en su vida se hubieran imaginado mis abuelos!
La historia de mi pequeñito grupo familiar, aun compuesto por dos, no hace mucho empezó a escribirse y es pura promesa. Mi legado es todavía un poco incierto. Surge enmarañado de espíritu de antaño, los mejores recuerdos, votos familiares, lazos inquebrantables y amigos irrompibles.
Salud por los viejos, los nuevos y los que vendrán!!

3 comentarios:

Andre dijo...

Hola Ceci!!! La verdad q no me anda muy bien internet y veo la mitad de la pagina, asiq solo te dejo muchos besitos!!!
Y como es eso de que tenes un treintaytantos?? jajaja bueno yo tengo unos veinteytantos bueno 29 añitos jaja.

Besos llenos de bendiciones!!! y te invito a mi blog!!

Maria Laura dijo...

que hermoso lo que escribiste ! conozco el blog de gabiota y lei esa carta y tambien me quede muy emocionada... ! gracias por haberme visitado ... te pongo en mis contactos besote grande!

Unknown dijo...

Amiga Querida:
Recién abro una casilla que ya no uso y dentro de los miles de correos sin abrir elegí éste, donde me mandabas la dirección de tu blog. Leyendo tus publicaciones, me invadieron hermosos recuerdos compartidos donde no aparecía éste TU GRAN PROYECTO, aunque hace algún tiempo que conozco de él. Creo que vas a lograrlo porque siempre fuiste tesonera y estoica ante las circunstancias que te rodearon. Quiero que siempre cuentes conmigo, aunque aún no compartamos el mismo deseo, ya que a veces, la infertilidad no es siempre física o fisiológica, sabrás... tiene otros ribetes.... que como en mi caso, trato de reveerlos en un diván. Por eso, querida amiga, FUERZA!!!! a no aflojar, que el día menos pensado, la vida te sorprenderá tan gratamente que todo este trayecto quedará en el olvido o en el buen recuerdo de no haber bajado los brazos.
Te quiere con el alma, tu amiga Susa.